No es fácil de contar ni de explicar la historia que Raquel García y su equipo de montañeros han vivido en Irán, en su intento de asalto a la cima del Damavand, el volcán más alto de Asia, un proyecto en el que llevaba mucho tiempo y mucho esfuerzo invertido y que ella no ha podido cumplir. Y lo peor de todo; a estas horas todavía no sabe los motivos reales por los que no le permitieron intentar hacer cima.
El reto, además, contemplaba la grabación de un documental, con lo cual todo se amplificaba notablemente desde cualquier punto de vista, así que el disgusto es muy grande, algo que no oculta la protagonista de esta historia.
«En Irán hay muchas cosas que están mal contra las mujeres. Yo no puedo asegurar que me hayan dejado sin subir por el simple hecho de ser mujer, pero han pasado muchas cosas extrañas»
Una experiencia compleja
Intenta resumir todo lo sucedido allí, pero no es sencillo de trasladar con palabras. «Mira, en el equipo éramos siete personas, cinco hombres y dos mujeres, que son las que no hemos podido subir, pero tiene una explicación porque Pipi Cardell -alpinista- era mi operadora de cámara, entonces iba conmigo en un segundo equipo porque íbamos más lentas».
Aún así, insiste. «Ya desde España habíamos comentado cosas como hacer un campo de altura más y nos dijeron que no; también les comentamos la idea de salir dos horas antes y tampoco nos lo permitieron», explica a Yo Soy Noticia la protagonista. «Esto han sido puntos clave para no poder subir porque a la vista está que nos quedamos en un sitio en el que ya estábamos a más de 5.000 metros», incide García.